dibujamos los anhelos del alma,
el beso tantas veces añorado
cruzó el tiempo y la distancia.
Llegamos al punto exacto,
al país del beso y las caricias,
donde la luna hizo contacto
con tu piel y tus delicias.
Noche de octubre, húmeda y callada,
dejó escuchar el latir de nuestros corazones,
me adentré en ti y tú en mis ansias,
en mis incoherencias y mis ardores.
Noche de amor imaginario y real,
derroche de sentires reprimidos,
así llegó de pronto nuestro idilio,
como las almas o como un misterio escondido.
© Apolo
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