Tal vez usted sea más sensata que yo, quizás tenga los pies bien puestos en la tierra, se acomode mejor a las realidades, y se refugie en su zona de confort. Tal vez sea yo más soñador, quizás sea un tanto iluso o utópico, me extravíe en mis propios entresijos y me sumerja en fantasías erróneas. Posiblemente al mirar sus ojos me obnubile y al sentir sus labios a distancia me ofusque, y con una sola palabra suya caiga en un abismo... o todo lo contrario.
Brindo... Por el rubor de tus mejillas sonrojadas, Por la tersura de tus manos enlazadas; Por la mirada de tus penetrantes ojos; Por el dulce sabor de unos labios que provocan.
A la hora del cenit, yo busco una perspectiva para mirarte y explorar los detalles de tu escultura. Tú llegas y haces un estrado a tus pies. Mientras yo pretendo explorarte, tú esquivas la mirada. Yo te observo de reojo, y tú finges ignorarme.