miércoles, 5 de septiembre de 2007

Estás Ahí



Anoche amé tu cuerpo trémulo.
Antes, sólo estuve amando tu alma.
Amaba tu recuerdo, tu lejanía,
la luz profunda de tus ojos bellos.

Esta pasión hermosa, este despertar
Parece una vorágine de fuego abrasador.
Beso tus manos inalcanzables y tu boca
Y tú me buscas tras el muro de nuestro silencio.

Te hago el amor en mi cerebro
Y derramo la semilla ardiente entre mis dedos;
Cada palabra es una criatura de los dos,
Cada verso es un retrato inacabado de tu imagen.

Estás ahí, presente y ausente,
Tan cercana que puedo sentir tu aliento,
Tan lejana “como si hubieras muerto”.
Tan mía, tan tuya, tan ajena.

© Apolo - 2002, Julio 16

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