Fresca como el rocío matutino,
Dulce cual miel silvestre
Intensa y destilando amor:
Así te imagino a cada instante.
Tu imagen disipa mi pudor,
Tus labios intensos, tu perfil,
Tu territorio misterioso,
Me invita a libar en tus fuentes.
Estás dispuesta para la conquista,
seduces la mirada, conduces suavemente
atrayendo al observador más atento,
y uniendo nuestros propios hilos.
Mi eterna
doncella, mi niña, mi amante,
te deseo en silencio, te amo escondido,
me construyo un altar para tu trono
y un aposento para mis ansias.
© APOLO