POEMAS 2005

La Noche del Vino



La noche del vino, la música y la luz
vuelve a renacer con cada penumbra,
porque una sola noche compartida
fue suficiente para quedar grabada.

Una pequeña luz acarició la noche
dibujando estelas en la oscuridad;
así se dibujó tu rostro en mi memoria
y tus manos en cada detalle de mi cuerpo.

El olor del incienso aún se expande
entre las partículas de este espacio;
se conjuga con el recuerdo de tu propio aroma
que aún gravita en el preciso instante de inhalar.

La música más dulce todavía está presente;
en cada melodía hay una imagen tuya,
en cada verso un retazo de tu mejor momento,
en cada ritmo, tus propios movimientos.

La noche del vino se convirtió en el punto exacto,
en la confluencia más perfecta de nuestras vidas,
en la respuesta a tantas horas deseadas,
en la gloria más alta y el mejor pecado.

© Rigoberto Pitti Beitia

Triángulo Sagrado



¿Porqué cuando te busco y te ansío
en las profundidades de tu triángulo sagrado,
no sólo encuentro placer y amorío,
sino también un poco de pecado?

¿Acaso me limita disfrutar el cáliz santo
la historia de mi vida, que es la historia humana,
la culpa y el desierto que a veces temo tanto,
o las tempestades que podrían venir mañana?

Tu triángulo es mi fuente y mi delirio,
Mis ansias y mi pasión mortal,
Dejar de contemplar tu esencia es un martirio.

Puente hacia la vida, espacio matricial,
Tan puro como las gotas del rocío
Y tan necesario como el aliento vital.

Amarte como yo Te Amo



Amarte como yo te amo,
no conoce de fronteras ni de limitaciones,
no exige de contratos ni rutinas,
no nos ata, ni nos aprisiona.

Amarte como yo te amo,
más que un acto de la naturaleza,
es un llamado a ser felices,
a unir las semillas de nuestras entrañas
para que florezca la pasión sagrada.

Amarte como yo te amo,
es descubrir las conexiones invisibles
entre nuestra mente y nuestros cuerpos,
es esa energía vital que fluye
como materia-espíritu inacabado.

Amarte como yo te amo,
despierta cada mañana el universo,
nos hace trascender en éxtasis
y experimentar el placer más divino,
que nos junta el cielo con la tierra.

© Rigoberto Pitti Beitia

Estos Sentimientos Míos



Estos sentimientos míos
no pueden ser más exactos
ni más intensos
que cuando miro tus ojos.

Esa dulzura en tu mirar
Que añoraba cada amanecer
Se me ha perdido en el tiempo
y se me hace cada vez más lejana.

Sin embargo, te sigo amando;
sigo esperando una vuelta del destino,
algún acontecimiento que nos una
y que nos haga sentir el mismo afecto.

© Rigoberto Pitti Beitia

Vivir si Muero



Si quieres dejo de escribirte
y muero en un instante.
Si quieres dejo de sentir la vida
que se me escurre por los dedos.
Si quieres cierro este capítulo inconcluso
Y me vuelvo a los avatares cotidianos.

Si quieres dejo de escribir,
pero no me quedaré inerte.
Muero para ser resucitado,
en la misma historia, o en otra diferente.

Vivir si muero, morir cuando vivo,
es un ciclo inextricable y eterno,
es un constante devenir y un retorno
tan misterioso como mi alma.

Dime si he de morir en este instante
y en este mismo tiempo moriré.
Dime si he de vivir estos espacios
y viviré aquí y por siempre.

© Rigoberto Pitti Beitia

Esta Tarde Lluviosa



Esta tarde con la lluvia dejarás tu huella.
Cada gota que revienta sobre la hierba
me recordará esos pocos momentos de duda;
pero los días felices serán como la brisa
que ahora se introduce por las rendijas de la ventana
acariciándome con delicadeza y ternura.

Esta tarde lluviosa me traerá el recuerdo de tu piel mojada
de tus besos húmedos y la sed de mi boca.
Esta tarde lluviosa me dirá que mañana habrá un sol,
que estamos tejiendo una historia compartida,
que estamos conectados con la vida
y que la vida nos quiere envolver a sus esencias.

Esta tarde lluviosa será inolvidable... porque aún estás presente.

© Rigoberto Pitti Beitia

Qué has Hecho para Cambiar mi Mundo



¿Qué has hecho para cambiar mi mundo?
¿Qué he provocado en ti y en tu corazón?
¿Qué ángel o demonio nos ha envuelto en su manto?
¿Qué instinto natural o trascendente se apoderó de nosotros?

Una y mil preguntas me rondan cada instante.
Se acumulan sin encontrar respuestas acertadas.
Cada interrogante es una espiral misteriosa
que va tejiendo una trama interminable.

No hallo respuestas hasta caer en tus pupilas;
esos ojos de una profundidad intensa
y esas manos que asemejan atractores cálidos,
que me revelan tus causas y tus azares.


© Rigoberto Pitti Beitia

Quiero que Aprendamos a Vivir



A veces te busco y no te encuentro,
a veces me buscas y no estoy,
a veces cuando el sol nos da la vida
volvemos a despertar los besos.

A veces voy contando los minutos
que me separan de ti
y se me hace un nudo en la garganta
y voy buscando más excusas
para saber dónde te encuentras.

No quiero aferrarme a la verdad
de saber que pronto has de partir,
que la distancia y el tiempo implacable
nos pondrán murallas de cristal.
 

Quiero que aprendamos a vivir
uniendo nuestros ojos, nuestras manos
tras esos muros silenciosos
que nos comunican con su luz.
Será tan real como la luna o las estrellas
que no podemos acariciar,
pero sabemos que contienen
una semilla de nuestra propia vida.


© Rigoberto Pitti Beitia

Ya están Grabadas en mi Piel Tus Manos



Ya están grabadas en mi piel tus manos...
en mis labios el sabor de tu boca,
en mis manos la tersura de tu pelo,
y en mis entrañas tu pasión vital.

Estás en mi presente, en cada instante,
en cada célula que me permite existir,
no puedo arrancarte de mi vida,
pues sería destrozarme el alma.

© Rigoberto Pitti Beitia

Hemos Cruzado una Frontera




Hemos llegado al país de la piel y del beso;
de la sangre galopante y de las manos enlazadas;
hemos pasado del deseo contenido
al disfrute de la miel de los labios;
ese néctar delicioso ahora nos parece insaciable
y al pasar los minutos se nos vuelve una necesidad.


Mientras bajamos, sube el deseo
y al subir de nuevo se eleva aún más el anhelo
de resumir en un beso el universo entero.


Qué historias tan locas nos vamos tejiendo.
Los dedos enlazados y el sutil roce de la piel,
nos van despertando de la rutina.


© Rigoberto Pitti Beitia
 
 
Más allá de mis ojos



Más allá de mis ojos,
está la profundidad de una búsqueda,
la locura de un deseo,
la energía de un corazón
que galopa por estar junto a ti.

Más allá de mis anhelos,
está la tarde que nos invita
a pasearnos de la mano por la playa,
a descubrir juntos el nacimiento de la noche
o el ocaso del mejor día de nuestras vidas.

Más allá de mis sueños,
hay un universo por explorar,
un sentimiento real que no se apaga,
que con los días y las horas
vive un eterno retorno hacia ti.

Más allá de mi vida,
está la vida misma,
que nos llama a experimentarla,
sorbo a sorbo, gota a gota,
como al cruzarme con una mirada tuya.

© Rigoberto Pitti Beitia

Cómo Apagar esa Hoguera



¿Cómo apagar esa hoguera que acaba de encenderse?
¿Acaso nace el fuego para ser extinguido?
Si sentimos que quema es porque estamos vivos,
porque a pesar de nuestras cárceles, aún respiramos.


Si el fuego nos derrite, quiero que sea contigo,
que se rompa la rigidez de nuestras máscaras,
que se acrisolen nuestras virtudes
y que el día siga su implacable tictac.


© Rigoberto Pitti Beitia

Estas Incoherencias


Perdona estas incoherencias,
pero le di lugar al corazón
ese ser incomprendido e incomprensivo,
que no entiende de razones.
Perdona estas incoherencias,
pero mi corazón está hecho de amor,
para inundar mi ser de la energía vital
que me permite renacer a cada instante.

Perdona estas incoherencias,
Pero, de sólo mirarte a los ojos,
descubro la línea que nos une y nos separa,
y la fuente viva que nos inunda.

Perdona estas incoherencias,
porque al querer disimular
no hago más que poner en evidencia
esas locuras mías.



© Rigoberto Pitti Beitia

Te Entrego mi Pecho




Tropezando con estas emociones
He decidido despojarme de ellas
Y enviártelas en cada letra
Y en cada angustia que me mata.

Te entrego mi pecho ilusionado
mis ansias renacidas y mis deseos;
estas cadenas que me impiden levantarme
y estos temores que me paralizan.

Te entrego estos am
ores y estas tristezas
de no encontrarte mientras duermo;
el terrible destino de saber que pronto
dejaré de contemplar tus ojos.



© Rigoberto Pitti Beitia

Regálame tus Ojos




Tan sólo quiero de ti esos ojos
profundos como el cielo,
penetrantes como la espada
expresivos más que toda mi vida.

Si pudiera resumir el universo,
me bastaría una ráfaga de tu mirar,
un destello de esa luz inmensa,
una poción de esas estrellas.

Regálame tus ojos y tu vida en ellos.
Un minuto sería una eternidad.
Más que un abrazo furtivo,
sería la fusión de dos en un instante.



© Rigoberto Pitti Beitia

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