Tus
labios…
esos
tan delicados, gráciles y sutiles creaciones,
se
superponen a mis razonamientos y principios;
me
hacen suspirar, languidecer, temblar
y
una cadena infinita de verbos,
que
la lógica humana no puede comprender.
Si
te miro a los labios se dibujan fantasías,
bálsamos
y colirios para mi alma;
me
extasío en la suavidad y la locura de un beso
y
me sumerjo en la oquedad que deja una espera.
© APOLO