Hueles a peligro,
A río profundo y volcanes encendidos,
Aroma natural de hierba y frutos maduros;
Estás cercana y a la vez inhóspita,
Tan misteriosa como mi vida,
Tan atrayente como la miel de un beso.
Ya quisiera explorar tus montes y precipicios,
La savia con que alimentas y das vida;
Beber de tus aguas y robar tus tesoros,
A punta de espada punzante y afilada.
Anhelo abrazarme en tus bosques y praderas,
Descubrir por la mañana el rocío de tu piel
Y por la noche disfrutar la fragancia de tus pétalos.
Eres una embriagante causa de mis deseos,
Que se conjuga con tu atrayente naturaleza;
Estamos entrelazados con hilos invisibles
Desde antes de nacer hasta después de la muerte.
© Apolo